El edificio ha de dar respuesta a la necesidad de plazas residenciales
para personas con esclerosis múltiple y otras enfermedades
afines, siguiendo un modelo basado en pequeñas unidades independientes pero que comparten servicios comunes
que puedan asimilarse a una vivienda.
El edificio se distribuye en dos alas simétricas unidas por los espacios comunes de servicio, y por los patios. Estos patios permiten una relación visual de los espacios de estar y distribución
de cada una de las unidades.